viernes, 31 de diciembre de 2010

EL VERSO ME INVADE

Tal como 'amenacé' el mes pasado, hoy daré cuenta de otro de mis primeros 'poemas'.
Éste, en concreto, data de la primavera del 2001 (es decir, de allende mis primeros 'tiempos creativos'), y, girando sobre el mismo tema que absorbía mi literatura en esa época (el amor apasionado, ingenuo y juvenil, tan propio de esa edad y de los 'primeros pasos' de casi todo 'versificador' que se precie), constituye otro de mis primeros 'trabajos' escritos con cierta agilidad y continuidad.
Esta 'poesía cantable' (ya os comenté que ésa es la idea con la que comencé a escribir... De ahí, por ejemplo, el 'estribillo que se repite) que os traigo aquí por el motivo comentado en el párrafo anterior y porque da nombre a mi primer intento de 'Antología Poética' (allá, por Verano de 2001, con motivo de un concurso literario) tiene por título 'El Verso Me Invade' y dice así:

El verso me invade
si pienso en tus ojos,
se mete en mis noches,
hambrientas de gozos.
El verso me invade
si, ahora, te escribo
pidiendo tus besos,
soñando contigo.

El verso me invade,
de pronto aparece,
me atrapan sus brazos,
me pierdo en sus redes.

El verso me invade
de noche, de día,
nombrando tus pasos
de niña perdida.
El verso me invade
si me ve cansado
de amarte sin verte
tumbada a mi lado.

El verso me invade,
de pronto aparece,
me atrapan sus brazos,
me pierdo en sus redes.

El verso me invade
si, roto en anhelos,
me escondo y no logro
decir que te quiero.
El verso me invade,
me encierra en silencio,
y ya me consuela
fingiendo tus besos.

El verso me invade,
de pronto aparece,
me atrapan sus brazos,
me pierdo en sus redes.

domingo, 28 de noviembre de 2010

LA MINA DE MI LÁPIZ

Mientras intento meter un poco de 'caña' a mi creatividad (que se ha debido unir a sindicatos y demás colectivos sociales y ha decidido ponerse en huelga temporal), retomaré en esta entrega y en la siguiente el repaso a mi primera época (entre 1999 y 2000, aproximadamente), bastante más 'naive' (en un grado que sé que para algunos puede resultar sonrojante) y en la que, como otros tantos 'versificadores' que no llegan a la veintena, redactaba más por inspiración 'cantautoril' que propiamente poética.
Sin embargo, su revisión siempre se me antoja necesaria por los recuerdos que me pueda traer, para rescatar los trazos, los aspectos que me siguen pareciendo interesante de mi 'poesía post-adolescente' y comprobar lo que he podido avanzar tanto en mi escritura como en mi cinismo.
De esta etapa ya comentada os traigo hoy este texto llamado 'La Mina De Mi Lápiz', del que recuerdo que fue uno de los primeros que pude escribir de una sola pasada y la más que meritoria melodía (que parecía recién 'sacada' de algún paraje perdido de Los Andes) con la que lo acompañó mi tío Gera, y que dice así:

La mina de mi lápiz,
guiada por tu cuerpo,
se afana en describirte
pariendo otros cien versos.
La mina de mi lápiz
te escribe cada noche,
se gasta pretendiendo
juntar dos corazones.
La mina de mi lápiz...

La mina de mi lápiz
se aferra a clavos que arden,
consume folio a folio
queriendo que me abraces.
La mina de mi lápiz
me mira sin consuelo
quizás porque hoy tampoco
se acercarán tus besos.
La mina de mi lápiz...

La tinta de mi pluma
se muere ya sin verte
cual signo de que nunca
podrá mi piel tenerte.
La mina de mi lápiz
se cansa de llorarte,
de hacerte versos tristes
y de no enamorarte.
La mina de mi lápiz...

martes, 26 de octubre de 2010

MÁS ALLÁ

Otra entrega 'romanticona' y ya entrada en años... En concreto, de comienzos de 2004, cuando, sin alejarme de este tono apasionado y bastante almibarado que me caracterizaba al principio (que todavía me invade a la hora de escribir), empezaba a introducir (o, al menos, eso intentaba) elementos más callejeros y 'canallescos' en mis versos.
Para que se comprenda, esta 'poesía' no es más que una especie de homenaje (salvando las distancias, creo) al estilo 'literario' (o 'letrístico', podría decir) de cantautores (y similares) tipo Antonio Vega o Quique González (al que llego a citar aquí y al que, por cierto, tuve la oportunidad de entregar personalmente este escrito) con una idea tan ingenua e imperecedera a la vez como el amor incondicional como telón de fondo.
Dicha 'obra' tiene por nombre 'Más Allá' y dice así:

Más allá de palabras vacías,
de llenarme el cuaderno de tópicos,
de gastarme mis pocas ideas
dedicándote mi repertorio...
Más allá de escribir al 'tuntún'
lo primero que viene a mi mente,
de quedarme las tardes cantándote,
más allá de exhibir mi creciente
adicción a los bares,
a las canciones tristes,
a las calles desiertas,
a los discos de Quique...
Más allá de todas esas cosas
hoy me queda saber que me esperas.

Más allá de las noches en Huertas,
de cruzarme de un bar al de enfrente,
más allá de quedarme colgado
por princesas de clubes de alterne,
de autopistas en obras,
de avenidas cortadas,
de buhardillas en ruinas,
de pensiones baratas...
Más allá de todas esas cosas
hoy me queda saber que me esperas.

lunes, 20 de septiembre de 2010

SIENTES

Muy buenas!!!
Retomo mi pequeño repaso a mi 'obra literaria' tras el parón estival con este 'poema' escrito hace, aproximadamente, 5 años y medio.
Siempre me han inspirado (como a otros muchos escritores, y, sobre todo, un buen número de letristas de canciones, tanto españoles, como Joaquín Sabina, Antonio Vega y Enrique Urquijo, entre otros muchos, como extranjeros, de los que el mejor ejemplo que me viene a la mente en este momento es Elliot Smith con su maravillosa canción 'Between The Bars') la tristeza, el desamparo y la belleza que éstos parecen adquirir cuando se ven reflejados en una figura femenina.
Con esto no quiero decir que los siguientes versos se dirijan exclusivamente a un ser femenino, que la tristeza las (os) haga más bellas y 'deseables' ni que la tristeza en los hombres pueda resultar menos 'poético' (que término más escabroso a la hora de definir), pero sí es cierto que el abatimiento y la desazón encarnada en la mujer parece poseer esta fuerza 'imaginativa' que resulta necesaria para ponerse a escribir.
Así me ocurrió al menos con este texto, de título 'Sientes', y que dice así:

Sientes
que tu tren te ha dejado en tierra,
que salió a medianoche,
que ha partido con las maletas
que encerraban canciones.
Temes
que no queden en la ciudad
luces que te den calma,
más portales donde esperar
ese dedo en tu espalda.

Dudas
de la mano que te tendieron,
de los guiños piadosos,
de la esquina en la que nacieron
tus primeros negocios.
Tiemblas
como sombra del parque viejo
sobre un banco de piedra,
como el beso no verdadero
que se entrega a cualquiera.

Pides,
la verdad es que pides poco,
un momento de paz
al calor de unos ojos
que no vuelen sin más.
Quieres,
si supieras que es lo que quieres,
si quedara una luz,
simplemente, alguien que te espere…,
si lo supieras tú.

sábado, 7 de agosto de 2010

AL CONTRAATAQUE

Reconozcámoslo, muchas veces no nos entendemos ni a nosotros mismos... No sabemos qué hacer, qué es lo que queremos, no nos conformamos con nada...
... Lo curioso es que es entonces cuando, por lo general, más exigimos a los demás que nos comprendan y, sin saber muy bien en qué, que nos apoyen. Esta paradoja provoca una situación que siempre me ha enervado, pero, (hablando de dicotomías) al mismo tiempo, me ha interesado en relación al comportamiento humano y me ha inspirado varias 'poesías' de las que aquí colgaré dos.
La primera de ellas (para leer la segunda no tendréis que esperar más que unos días) se llama 'Al Contraataque', la escribí (creo recordar) hace algo más de cuatro años y dice así:

¿Qué es lo que quieres de mí?
¿Qué es lo que puede quedar?
¿Un arañazo en la piel?
¿Un manantial de alquitrán?

¿Qué no me vas a negar…?

¿Qué es lo que quieres de mí?
Sólo di qué es lo que esperas,
¿Viento perdido en tu ropa?
¿Un remolino en tus piernas?

¿Qué no me vas a negar?
¿Sueños de sucios amantes?
¿Tu colección de caricias
lanzadas al contraataque?

¿Qué es lo que quieres de mí?

domingo, 18 de julio de 2010

SOMBRAS CHINESCAS

Volvemos al presente... En concreto, a unas fechas aproximadas a las Navidades pasadas...
Ya comenté que desde Noviembre (y con una breve excepción de tres semanas entre Febrero y Marzo) disfruto (o sufro, según la perspectiva) de una situación laboral que me otorga un montón de tiempo libre que lleno, entre otras cosas (y, sobre todo, al principio, cuando, dadas las circunstancias, me pasaba más a menudo por la oficina) escribiendo alguna de mis 'dichosas paridas'.
Éste es un claro ejemplo de esta 'camada' que vió la luz entre Diciembre del año pasado y Febrero de éste, habla, a grandes rasgos, de ciertos obstáculos que nos encontramos hasta alcanzar nuestros objetivos, se titula 'Sombras Chinescas' (por ponerle un nombre cualquiera) y dice así:

Sombras chinescas que rasgan mi piel
en esas tardes que dejo perderse
al enredarme con folios en blanco,
con cada historia que se desvanece
ante la idea de oírse contada.
Soplo que yace en la cal, moribundo,
como esperando que pase su tiempo
a recordarle su oficio emigrante,
para dejarse llevar por el viento,
y regresar cada noche a tu cama.

Fuerza que se resquebraja al contacto
de mis ideas con cada palabra
que, entre mis labios consigue filtrarse,
que, entre sudores, se ve dibujada,
que, entre temblores, mis manos teclean.
Ganas, que, en sueños, se ven realidades,
actos heroicos (mi mano en tu seno),
que, al despertar, se evaporan, cobardes,
humedeciéndose, en torno a mi cuerpo,
brizna por brizna, el aliento que queda.

Y de repente, la luz, insolente,
que me rescata del verbo suicida,
que reinaugura promesas yacentes,
y redescubre hoy en tu geografía,
nuestra infancia dormida, jardines secretos.
Y de repente, la luz, a destiempo,
arremolina tu cuerpo y el mío,
desentumece tu piel y mis dudas,
nos bombardea con sanos delirios...
Como si no nos hubiéramos muerto.

martes, 29 de junio de 2010

DIECISÉIS MOTIVOS PARA HACER HOY ALGO DISTINTO

Antes de nada, quiero disculparme por mi tardanza, de ahora en adelante, pretendo ser más asiduo en mis actualizaciones...
Para terminar esta sección de 'reliquias pseudopoéticas', os brindo este texto, escrito (creo recordar) a caballo entre 2002 y 2003, en el que intentaba acercarme vaga, tal vez, un tanto torpe y, sin lugar a dudas, muy ingenuamente al estilo de la 'canción protesta'.
De dicha 'composición' recuerdo incluso haberla ofrecido a unos amigos míos (de éstos 'hippie-cristianos' que voy coleccionando por el mundo) para que lo leyeran en una Acción de Gracias en mi parroquia al tiempo en que empezaba la Segunda Guerra de Irak (¡Ay, aquellos maravillosos, cándidos e inocentes años...!).
Una vez dicho todo esto, os presento la 'poesía'. Se llama 'Dieciséis Motivos Para Hacer Hoy Algo Distinto' (como veréis también, un título maravillosamente original) y dice así:

Para que la vida dé muestras de vida,
para que la muerte hoy por hoy no respire,
para que el disparo se pierda en su rumbo,
para la grandeza, que no nos delire,
para que los niños no olviden sus juegos,
para que sus risas nos guíen a todos,
para que las guerras terminen con besos,
para que la brisa acaricie tu rostro,
para que los días no pasen en balde,
para que las noches no traigan ausencias,
para que los sueños dibujen caminos,
para que mis fallos no tengas en cuenta,
para que lo falso se vea venir,
para que lo bello se muestre sincero,
para que lo bueno no sea tan breve,
para que ese instante, hoy, lo aprovechemos.

miércoles, 26 de mayo de 2010

AMANECE

... Hoy, otra 'ingenuidad post-adolescente', escrita, creo recordar, allá por la primavera del 2001...
La verdad, a veces, como ahora, no sé muy bien como presentar en sociedad un 'poema' (siempre entre comillas) o explicar el por qué decido darlo a conocer... En este caso, supongo que el motivo será que una de las primeras lectoras de estos versos creyó ver en ellos un encomiable y apasionado alegato de la esperanza y la superación personal más que una mera (y edulcorada) declaración de amor (creo que a nadie en concreto, para más inri), que es lo que me propuse escribir en ese momento. Con el tiempo, he creído ver parte de lo que me sugirió esta persona que podría habitar en estas dos breves estrofas... En todo caso, aquí las expongo y, de paso, fomento cierto debate...
Bueno, pues, dicho todo esto, aquí va 'Amanece', que dice así:

Amanece cada día,
amanece por favor,
en mis brazos, en mi lecho,
en mi oscuro corazón.
Abre luego cada puerta
que nos cierre nuestro paso,
abandona toda duda
que ahora pueda desgarrarnos.

Amanece en los momentos
cuando muera la ilusión
y me falte la poesía
para hacerte otra canción.
Abre luego cada sueño
que en la noche nos eleve,
que consiga que olvidemos
cada golpe en nuestra frente.

lunes, 10 de mayo de 2010

QUE LAS MUSAS NO ME DEJEN

... Antes de seguir mostrándoos material más reciente, voy a ir rescatando alguna que otra 'composición arqueológica', de las que escribí cuando tenía apenas 18-19 años y empezaba a afanarme en esto de juntar versos y ver qué sale. Lo digo, de algún modo, para disculparme de antemano por si las siguientes dos o tres entradas os resultan irrisoriamente ingenuas e inaguantablemente edulcoradas.
No creo ser, ni mucho menos, el primero en empezar a experimentar con esto de la escritura, y más en concreto, con la 'poesía', al tiempo en que empieza a desempolvar antiguos discos de Silvio Rodríguez (ya dije semanas atrás que el cantautor cubano sigue siendo uno de mis referentes 'líricos' y uno de esos artistas al que, de vez en cuando 'sigo volviendo') de ésos que los padres de muchos de mi generación tienen escondidos en algún lugar oculto de nuestros hogares.
Recuerdo también que, por aquella época, andaba bastante 'enfrascado' con Cat Stevens y, cómo no, con su canción 'Morning Has Broken' (curiosamente, con el paso del tiempo, me ha terminado pareciendo uno de sus peores temas).
A resultas de estas dos 'influencias' (y sin ninguna idea más concreta que me inspirase) escribí este texto (en su día 'musicado' por mi tío Gera), titulado 'Que Las Musas No Me Dejen' y que dice así:

Que las musas no me dejen
si me pongo a describirte,
que esta noche las requiero
para hablar de tus matices,
esos mágicos detalles
que rescatan del olvido
las caricias, los momentos
más sinceros, más sentidos.

Que las musas no me dejen
si te escribo mis canciones,
torpes, tímidos reflejos
de sencillas emociones,
esas simples sensaciones
se alimentan de buscarte
entre cada simple esquina,
cada sombra de la tarde.

Que las musas no me dejen
finalmente al abrazarte,
al sentir hoy los resquicios
que me prestas al amarme.
Tus resquicios más sagrados
van dictando los poemas
que, sacados de las noches,
van narrando tu belleza.

martes, 27 de abril de 2010

VOLVER A ESCRIBIR

Otra tropa de 'versos a cantar' (y, como la mayoría, con una 'melodía' ya pensada por un servidor) más que un poema propiamente dicho.
Cuando por motivos de estrechez horaria (debida en este caso, como sucede muchas veces, por razones laborales), tienes que dejar algunas aficiones, suele entrar cierta angustia. En mi caso, esto fue lo que ocurrió precisamente con mi hábito de escribir.
Este escrito data de entre abril y mayo de 2008, cuando llevaba cuatro meses en mi actual trabajo y cinco sin llenar un folio en blanco con una mísera palabra y la ansiedad ya me empezaba a consumir por ello (se da la doble paradoja de que justo después me pasé año y medio sin escribir y que tras aprovechar el principio de mi singular 'parón laboral' para retomar esta costumbre, llevo ya un mes largo sin que se me ocurra ninguna idea que se me presente digna de ser plasmada sobre un papel).
Bueno, pues la 'parida' en la que desembocó dicho agobio por aquella incipiente 'sequía creativa' tiene por nombre 'Volver a Escribir' y dice así:

Tan sólo una mano que no se equivoque,
que trepe a mi espalda y baje cremalleras.
Tan sólo una noche de perder el Metro,
de andar sin dinero, tiempo ni vergüenza.
Tan sólo un altar para mi intimidad,
si vienen las musas, que nadie me observe.
Tan sólo un minuto de buen rocanrol,
la droga está cara y el sexo… depende.

Tan sólo pretendo poder disfrutar
de un lujo vulgar que deshaga mi cama.
Tan sólo quisiera poder declarar
la guerra a las sombras de cada mañana.
Tan sólo deseo cantar por cantar,
que nadie interprete qué quiero decir.
Tan sólo persigo la esquina de un bar,
miradas furtivas, volver a escribir.

Tan sólo un camino que, sin avisarme,
me deje desnudo, indefenso en tu acera.
Tan sólo una cruz que jamás me redima
si no es por perderme sorteando tus prendas.
Tan sólo segundos… o un cuarto de siglo,
no estoy en cuestión de poder calcular.
Tan sólo un buen soplo que limpie unas venas
que ya trataré de volver a ensuciar.

Tan sólo pretendo poder disfrutar...

lunes, 19 de abril de 2010

NO PENSAR EN TI

Hoy toca una 'moñadita'...
He de confesar que, en más de una ocasión, me he servido de algo ya escrito para inspirarme de una forma no precisamente indirecta. Por otro lado, tengo que admitir que la mayoría de estos textos que suelen influirme suelen ser más bien letras de canciones, puesto que cómo ya dije en la entrada anterior, soy más proclive a escuchar música que a ponerme a leer un libro (más que nada, porque lo primero lo hago constantemente, mientras que lo segundo lo practico 'a impulsos'). Por este motivo, me suelen salir más bien conjuntos de 'versos a cantar' que 'poemas' propiamente dichos. Por último, he de admitir que, como les ocurrirá a la mayoría de los que escriben esporádicamente (o, al menos, tratan de hacerlo), también me ayudo de mis sensaciones momentáneas a la hora de rellenar un folio en blanco (aunque siempre tratando, no siempre con éxito, de guardar cierta distancia con el fin de no caer en la más profunda y 'aterradora' de las cursiladas).
Todas estas 'confesiones' se ven, tal vez, mejor reflejadas que en ningún otro de mis 'escritos', en éste, llamado 'No Pensar En Ti', que data (creo recordar) de allá por Verano del 2005 y que dice así:

Otra tarde gris,
y van mil en mi ventana
de pensión destartalada,
el sofá, ya apolillado,
sin las vistas a la playa
que te prometí.
Otra muestra más
del desorden general,
de inventario de sandeces,
del alcohol en cada estrofa,
de canción con alfileres,
del “por no callar”.

Necesito huir,
me vendría bien un viaje,
volar lejos, escaparme
donde nadie me conozca,
no tener que preguntarme
qué es lo que hago aquí.
Y el amor, tal vez,
sea lo que estoy buscando
cuando elevo a los altares
a las damas que me ofrecen
sus virtudes corporales…
no sin interés.

No pensar en ti,
ya ves tú qué es lo que pido,
no pensar en ti,
ya ves tú que tontería,
no pensar en ti,
y parece bien sencillo
no pensar en ti,
no pensar en ti.

En mi soledad,
pierdo el tiempo persiguiendo
obsesiones infantiles,
p´acabar arremetiendo,
con blasfemias inciviles,
a la realidad.
Y, por no variar,
me propongo ser sincero
y no tan repetitivo,
no morderme con mi orgullo,
mejorar mis estribillos…
pero hay algo más,
siempre hay algo más.

No pensar en ti...

miércoles, 31 de marzo de 2010

UN PAR DE 'MINIMALISMOS'

Algo muy común a la hora de ponerse a escribir es que, a los pocos versos, te das cuenta de que, o bien, se te han acabado las 'municiones creativas' antes de lo pensado o bien la idea que pretendes expresar no requiere de más palabras. Mejor, en todo caso, que ocurra lo segundo que lo primero.
Muchos poemas, a lo largo de la historia, han expresado esta idea de 'lo bueno, si breve, dos veces bueno'... Sin embargo, yo, que, como sabréis todos, me considero más 'usuario' asiduo de la música que de la literatura, me sirvo de ciertas canciones como 'Pequeña Serenata Diurna' o 'Rabo De Nube' (ambas del, para mí, mejor 'poeta-cantante' en castellano junto a Javier Krahe; Silvio Rodríguez) como fuente de inspiración 'indirecta' a la hora de dejar clara de una forma concreta y sencilla una 'intención poética'.
Os dejo un par de ejemplos de 'micro-composiciones' que intentan plasmar 'todo esto' que he comentado en los párrafos anteriores.
El primero, más corto (sólo ocho versos), data (creo recordar) del 2002, se titula 'Y Nada Más' y dice así:

Sentada frente al espejo,
no espera más que un resquemor,
una violencia mal callada,
un verso en el recibidor...

De pronto, un soplo de indecencia
se cuela por el ventanal,
revuelve pieles y memorias,
se para un poco... y nada más.

La segunda composición, escrita hace apenas un par de meses (y de la que ya he pensado una melodía para hacerla 'cantable'), si bien más larga (dieciséis versos), pretende basarse en la misma sencillez de formas y concrección de ideas que la anterior. Lleva por nombre 'Salvo Un Beso Muerto' y dice así:

Salvo un beso muerto en los labios,
el sudor que sala mi rostro,
la nostalgia sobrevolando
cada esquina del dormitorio...

Salvo el sueño que interrumpí
a la sombra de tu desnudo,
el perfume que me delata,
cada poro en que me camuflo...

Salvo el niño que me rescatas
cuando me embadurno en tu piel,
el cigarro que compartimos
(puede que antes, tal vez, después)...

Salvo el folio en que se malean
vicio y verso, musa y pecado...
Puede ser que nada me quede
salvo un beso muerto en los labios.

domingo, 21 de marzo de 2010

SE ME SALTAN LAS LÁGRIMAS

Ahí va una 'tontería' tremenda pero con un cierto componente autobiográfico.
Situación: Invierno del 2004 al 2005... Servidor, por esa época, trabajaba en el distrito de Puente de Vallecas, (entre su Junta Municipal y el Colegio de Educación Especial del barrio, llamado, de un modo muy original, 'Vallecas'), para ir al cual me tenía que cruzar (como me ha ocurrido, en todos mis trabajos) media ciudad de Madrid en Metro.
Varios días, en el brevísimo transcurso entre Ventilla (estación donde ella se subía) y Plaza de Castilla (estación en la cual me bajaba para hacer el transbordo a la línea 1) me crucé con la típica mujer con la que uno le gustaría encontrarse en otras circunstancias mucho más motivadoras.
Mientras la observaba (me consta que no era el único en hacerlo), recordé una vez la gracia que siempre me ha hecho esa obsesión por ciertos 'poetastros modernos urbanitas' (entre los cuales me incluyo a veces) de buscar la máxima expresión poética incluso en el hecho más prosaico en sí, y, tal vez, más 'impoetizable'.
De la unión del encuentro con tamaña fémina y la 'auto-crítica' de ese pedante afán versificador nace esta (insisto) tontería llamada 'Se Me Saltan Las Lágrimas', que dice así:

Ya lo sabes muy bien,
que intenté hacerte versos,
parecerte un poeta
con encanto bohemio.
Qué te voy a contar
si naufrago por bares
con tu fotografía
sólo para inspirarme...

Pero, cuando te miro,
se me fugan las musas,
no sé si están borrachas,
tal vez, algo confusas.
Porque, cuando te miro,
sólo puedo cantar:
Se me saltan las lágrimas...

Cuántas veces traté
de no ser tan vulgar,
de encontrar la poesía
en lo más sexual.
Y he perdido la cuenta
de posibles piropos
que tendré que callarme
si me acerco a tu rostro...

Porque, cuando te miro,
se me fugan las musas,
no sé si están borrachas,
tal vez, algo confusas...
Porque, cuando te miro,
sólo acierto a cantar;
Se me saltan las lágrimas...

DE LO BUENA QUE ESTÁS.

domingo, 7 de marzo de 2010

FIBONACCI

Otra 'parida' reciente...
Una de las 'secuencias' matemáticas más célebres es la ideada por Leonardo Fibonacci (1170-1250), matemático italiano considerado uno de los mayores difusores de la álgebra arábiga.
Esta secuencia consta de una serie numérica en la que cada cifra es la suma de las dos anteriores, resultando así: 0, 1, (0 + 1) 1, (1 + 1) 2, (1 + 2) 3, (2 + 3) 5, (3 + 5) 8, y así sucesivamente.
Aparte de por ser una las bases fundamentales de la matemática moderna, esta secuencia es conocida por su extensa utilización en el mundo del arte, sobre todo en la música.
Uno de los ejemplos más recientes de esta aplicación es el disco 'Lateralus' (2001) del grupo 'rockero-metálico progresivo' Tool, compuesto íntegramente siguiendo esta serie, y que, precisamente, fue la obra que me inspiró para este escrito...
Antes de nada quiero aclarar que no existen versos monosílabos (se considera que el verso mínimo es el bisílabo al sumarse una sílaba a los versos terminados en palabras agudas). Por tanto, he procurado que todos los versos (salvo los dos primeros y los dos últimos) terminen en palabra llana para no hacerme (ni haceros) 'trampas métricas'.
El 'experimento' (otra enumeración que no sé hasta que punto considerarla de otra forma) dice así:

...
Un
Ron,
Una
Gris noche,
Un sueño eterno,
Una falta de apetito,
Una comodidad que empieza a asustarme,
Un vacío que, de pronto, empieza a devorarme y a rasgarme la carne,
La oscuridad y aquella sonrisa perversa que me brinda Fibonacci
Desde una esquina ya olvidada de mi cuarto
Es todo lo que me dejas
Cuando te marchas,
Quedando
Solo
Por
Fin
...

domingo, 28 de febrero de 2010

DOS ENUMERACIONES

Con éstas dos empiezo a rescatar algunas de mis 'antigüedades versificadas'...
La verdad es que no hay truco más sencillo a la hora de escribir versos (sobre todo, si te quieres ceñir a un ritmo, rima y métrica determinadas/os y te cuesta al principio) que establecer enumeraciones (si no, que se lo pregunten a Sabina).
Aquí van un par de ejemplos...
Éste primero es un retrato (que pretende resultar irónico y que, quedándose a medio camino, termina tiñéndose de cierta ingenuidad) de lo que me suele ocurrir casi cada noche a la hora de acostarme y que escribí allá por 2002 o 2003.
Se titula 'Cómo Lleno Mis Insomnios' (para qué gastar tiempo pensando un título menos evidente) y dice así:

Pensarme algunos versos,
comerme la cabeza,
dar vueltas en mi cama,
dudar de mi existencia,
llorar, soñar despierto,
no sé, ¿leerme un libro?,
pensar en cuántas horas
podría haber dormido,
fijarme en los reflejos
que inundan la pared,
reírme a carcajadas
(no preguntéis por qué),
hablar entre susurros
por si alguien me escuchara
y, pese a la evidencia,
buscarte entre mis sábanas.

La segunda muestra (un poco más lograda, en mi opinión, pero también como un par de años posterior) no es más que una 'simple' retahíla de elementos que van siendo nombrados hasta que llega el último a completar el 'círculo'.
Me la imagino recitada en un 'spot' en el que, de perfil, una serie de anónimos (de los que sólo se vería la mitad inferior del rostro), alternándose sexo y lado mostrado van nombrando uno a uno todos estos elementos (cada vez a mayor ritmo), citándose el último verso por un último sujeto (preferiblemente una mujer) enfocándose de frente en un primer plano de rostro completo. Todo un tanto pretencioso y tópico, lo sé, pero yo lanzo la idea.
A todo esto, el 'poema' se llama 'De Repente, El Silencio' (de nuevo, no me compliqué la vida al titularlo) y dice así:

Labios cortados, cenizas,
vida, pecados, jirones,
flores, asfalto, rencor,
luces fugaces, canciones,
noches, jardines, desiertos,
el soportal, desnudeces,
lluvia en los poros, piel muerta,
vuelos por cuatro paredes,
posters, tu dedo en mi boca,
sombras, botellas ajadas,
camas después de la guerra,
lenguas que claman venganza,
pasos, zumbidos, temores,
dudas, vacíos ¿tu cuerpo?,
paz de ida y vuelta, estallidos...
Y, de repente, el silencio.

sábado, 20 de febrero de 2010

NADA RESULTA NUEVO

Pues... aquí viene la primera que, en realidad, es de las últimas (la escribí hace un par de semanas en una de esas mañanas muertas en la oficina que mi peculiar situación laboral me ha brindado estos tres últimos meses).

Comienzo con ésta puesto que, cómo veréis más adelante, la temática de mi 'obra' (pufff...!!!) es bastante limitada (si bien pretendo, con suerte dispar, ir cambiando de enfoque).

De verso libre (estilo en el que me estoy iniciando, ya que siempre he optado por una métrica más convencional) y con un tono (lo confieso) claramente deudor de la sutil y sensible ironía de Ángel González (eso sí, salvando, la 'millonaria-kilométrica' distancia) y, en concreto (culpa del subsconciente), de poemas como 'Inventario De Lugares Propicios Al Amor', esta 'parida' (como las llamo ya) denuncia la poca variedad de los temas merecedores de plasmar en verso o, mejor dicho, la escasez de temas que los poetas consiguen (bueno, va, conseguimos) convertir en asunto a versificar de forma más o menos digna.

Y dice así:

En poesía, nada resulta nuevo
y menos aún quejarse de ello.
¿Tu melena?
En no menos de cuatrocientos veintisiete poemas
(y algunas cuantas estrofas ya olvidadas)
ha sido citada.
También figura en algún 'Grandes Éxitos de La Imagen a Versificar'
tu silueta desnuda desbaratando mis sábanas.
Si bien censurado en ciertos ambientes pulcros, asépticos,
inertes,
el calor de tu entrepierna y su forma de expandirse
forman parte del 'verso a verso' y del 'boca en boca'
(... y nunca mejor dicho).
¿La soledad? ¿El hastío existencial?
Lugares comunes que, gracias a... lo que sea,
se abandonan al mismo inalterable ritmo con el que se pasa el tiempo.
¿La muerte?
Que pase el siguiente...

Así pues,
puede que tan sólo me quede esperar a que se me ocurra algo
mientras aguardo a que te despiertes
(creo no ser el primero en estar haciendo lo mismo)...
Lo dicho,
en poesía, nada resulta nuevo
y menos aún quejarse de ello.

viernes, 19 de febrero de 2010

PRIMEROS PASOS

Bueno, pues parece que esto ya está (más o menos):

A partir de mañana iré subiendo mis cosillas (llamarlo poesía me parece excesivo...).
Sed pacientes y condescendientes tanto respecto a la calidad de los textos (la mayoría se corresponde a un periodo que va desde el 2000 al 2005, puesto que, hasta hace un mes y pico, hacía un par de años que no escribía nada) como respecto a mi habilidad 'bloguera' (ni se me había planteado la posibilidad de crear algo así hasta que, por circunstancias que Lucía y yo bien sabemos, me he visto obligado a ello.).

Así pues, eso, que aguardad a mañana y, ya que me habéis urgido para que todo esto arranque, que menos que os mojéis y me déis vuestra opinión sincera (eso sí, absteneros de ganaros el infierno a base de blasfemias, por Dios!!).

Un Abrazote y demás.

El Versificador Ar-rimado.