martes, 27 de abril de 2010

VOLVER A ESCRIBIR

Otra tropa de 'versos a cantar' (y, como la mayoría, con una 'melodía' ya pensada por un servidor) más que un poema propiamente dicho.
Cuando por motivos de estrechez horaria (debida en este caso, como sucede muchas veces, por razones laborales), tienes que dejar algunas aficiones, suele entrar cierta angustia. En mi caso, esto fue lo que ocurrió precisamente con mi hábito de escribir.
Este escrito data de entre abril y mayo de 2008, cuando llevaba cuatro meses en mi actual trabajo y cinco sin llenar un folio en blanco con una mísera palabra y la ansiedad ya me empezaba a consumir por ello (se da la doble paradoja de que justo después me pasé año y medio sin escribir y que tras aprovechar el principio de mi singular 'parón laboral' para retomar esta costumbre, llevo ya un mes largo sin que se me ocurra ninguna idea que se me presente digna de ser plasmada sobre un papel).
Bueno, pues la 'parida' en la que desembocó dicho agobio por aquella incipiente 'sequía creativa' tiene por nombre 'Volver a Escribir' y dice así:

Tan sólo una mano que no se equivoque,
que trepe a mi espalda y baje cremalleras.
Tan sólo una noche de perder el Metro,
de andar sin dinero, tiempo ni vergüenza.
Tan sólo un altar para mi intimidad,
si vienen las musas, que nadie me observe.
Tan sólo un minuto de buen rocanrol,
la droga está cara y el sexo… depende.

Tan sólo pretendo poder disfrutar
de un lujo vulgar que deshaga mi cama.
Tan sólo quisiera poder declarar
la guerra a las sombras de cada mañana.
Tan sólo deseo cantar por cantar,
que nadie interprete qué quiero decir.
Tan sólo persigo la esquina de un bar,
miradas furtivas, volver a escribir.

Tan sólo un camino que, sin avisarme,
me deje desnudo, indefenso en tu acera.
Tan sólo una cruz que jamás me redima
si no es por perderme sorteando tus prendas.
Tan sólo segundos… o un cuarto de siglo,
no estoy en cuestión de poder calcular.
Tan sólo un buen soplo que limpie unas venas
que ya trataré de volver a ensuciar.

Tan sólo pretendo poder disfrutar...

lunes, 19 de abril de 2010

NO PENSAR EN TI

Hoy toca una 'moñadita'...
He de confesar que, en más de una ocasión, me he servido de algo ya escrito para inspirarme de una forma no precisamente indirecta. Por otro lado, tengo que admitir que la mayoría de estos textos que suelen influirme suelen ser más bien letras de canciones, puesto que cómo ya dije en la entrada anterior, soy más proclive a escuchar música que a ponerme a leer un libro (más que nada, porque lo primero lo hago constantemente, mientras que lo segundo lo practico 'a impulsos'). Por este motivo, me suelen salir más bien conjuntos de 'versos a cantar' que 'poemas' propiamente dichos. Por último, he de admitir que, como les ocurrirá a la mayoría de los que escriben esporádicamente (o, al menos, tratan de hacerlo), también me ayudo de mis sensaciones momentáneas a la hora de rellenar un folio en blanco (aunque siempre tratando, no siempre con éxito, de guardar cierta distancia con el fin de no caer en la más profunda y 'aterradora' de las cursiladas).
Todas estas 'confesiones' se ven, tal vez, mejor reflejadas que en ningún otro de mis 'escritos', en éste, llamado 'No Pensar En Ti', que data (creo recordar) de allá por Verano del 2005 y que dice así:

Otra tarde gris,
y van mil en mi ventana
de pensión destartalada,
el sofá, ya apolillado,
sin las vistas a la playa
que te prometí.
Otra muestra más
del desorden general,
de inventario de sandeces,
del alcohol en cada estrofa,
de canción con alfileres,
del “por no callar”.

Necesito huir,
me vendría bien un viaje,
volar lejos, escaparme
donde nadie me conozca,
no tener que preguntarme
qué es lo que hago aquí.
Y el amor, tal vez,
sea lo que estoy buscando
cuando elevo a los altares
a las damas que me ofrecen
sus virtudes corporales…
no sin interés.

No pensar en ti,
ya ves tú qué es lo que pido,
no pensar en ti,
ya ves tú que tontería,
no pensar en ti,
y parece bien sencillo
no pensar en ti,
no pensar en ti.

En mi soledad,
pierdo el tiempo persiguiendo
obsesiones infantiles,
p´acabar arremetiendo,
con blasfemias inciviles,
a la realidad.
Y, por no variar,
me propongo ser sincero
y no tan repetitivo,
no morderme con mi orgullo,
mejorar mis estribillos…
pero hay algo más,
siempre hay algo más.

No pensar en ti...